iván, simplemente

16 febrero 2007

Maurix

Tengo una extraña sensación desde que pasó. Es como si estuviese viviendo en otro mundo, que no es este, un mundo en donde mi amigo vive. Quizás es mi incapacidad de darme plenamente cuenta de que él ya no está. No lo se, no tengo ni idea. Lo único que se es que no estoy bien y que quiero que mi amigo vuelva, aunque sólo sea para meterme con él acerca de sus extrañas ideas acerca del mundo (véase software libre y similares). Voy a intentar con esto contaros como fue él para mí. No me saldrá muy bien, estoy algo nervioso ante la idea de recordar tantas cosas. Pero lo haré lo mejor posible, tened paciencia.

¿Cuándo le conocí?. Pufff, la verdad es que no lo recuerdo. Se que apareció en mi vida en aquellos años turbios de los tiempos de Illa. Por aquellos entonces ella aún formaba parte de nuestras vidas. También más o menos al mismo tiempo conocí a Fátima. Digamos que todo vino en el lote. Luego maurix y yo nos acercamos más debido a nuestros desengaños amorosos (a mí por que me mandaban a la mierda y a él porque ni siquiera le daban la oportunidad de eso). ¡Me acuerdo de las interminables noches con él en su coche delante de mi casa (por aquellos entonces, la de Finca España) hablando de ese misterio que son las mujeres!. Luego nos hicimos una especia de agrupación de los desamparados y salimos alguna que otra noche para ver si cazamos, lógicamente sin ningún éxito. Sí, esa fue la época que más cerca estuvimos el uno del otro.

Tiempo después, mientras yo seguía con la eterna búsqueda de alguna mujer que me durase más que un cuatrimestre, él por fin acabó la carrera...¡pero el muy gilipollas casi no lo consigue!. Él, chulo como nadie, le da por cogerse como asignatura de libre elección una chunga de informática. Era la asignatura "Inteligencia Artificial". Le quedaban entonces justo medio crédito de libre elección para acabarla....¡y la suspendió!. Creo que fue con un 4.5 . Lo cierto es que le acompañé a hablar con el profesor de esa asignatura. Cuando salió del despacho estaba aprobado y licenciado...¡y os juro que no me contó lo que ocurrió dentro!. Eso ya queda para el misterio y la imaginación de cada cual. Poco después asistíamos a su graduación, con sus padres (aún vivía su padre). Y pedazo de coche que le regalaron, un Polo rojo del que siempre se quejó debido a su excesiva electrónica....¡no le dejaba derrapar el muy cabrón!. Siempre lo consideré un magnífico piloto pero un pésimo conductor.

A partir de ahí nos empezamos a distanciar mucho, debido a que yo aún seguía peleando por acabar la carrera y él empezaba su doctorado en el IAC. Èste ya era su tercer año. Ahí conoció a un montón de gente, entre ellos a Valeria, mujer que apenas conocí pero que sabía lo mucho que significaba para él. Entonces nos empezamos a ver esporadicamente, las más de las veces cuando nos reuníamos todos por algún cumpleaños. Sobretodo sabía de sus correrías por medio de Fátima, su otra gran amiga.

Bueno, y así acaba mi historia de él. Pero hay miles de recuerdos en medio. Os contaré algunos. Por ejemplo, cuando yo ya vivía en Barranco Las Lajas y no me había sacado aún el carné de conducir. Me llegó a llevar tantas veces que me acabé sintiendo muy mal y le llegué a pagar por sus servicios. Algo insignificante, un euro. Pero es que ni os imaginais la de veces que me llevaba a casa. Por aquellos tiempos salía mucho. Ahora casi no lo hago.

Otro recuerdo que tengo muy vívido, sobretodo mi estómago lo recuerda con tristeza, es sus magnificas cenas. Era un muy buen cocinero, aunque la verdad que un poco guarrillo en la cocina...¡ay, cómo la dejaba luego!. Pero aún mejor cocinera era su madre. Nunca antes me había pasado, pero en las cenas en su casa me dejaban la barriga tan llena que me dolía. Qué bien que se comía. Ahora me acaba de venir el recuerdo de su casa de El Médano, con su piscina en donde misteriosamente cabían un número de personas inversamente proporcional a su tamaño. ¡Pero si hasta nos echábamos partidos de seudo-waterpolo!. Echaré muchísimo de menos todas esas cosas.....

Otro recuerdo, y este es compartido, es la de veces que fátima, él y yo fuimos a la playa. La verdad es que tenía un gusto para los bañadores....impresionaba ese taparrabos que se ponía...:)...luego ya mejoró la cosa y se puso un bañador. Nos lo pasábamos bien, la verdad. Íbamos a muchas playas, muy pocas veces a las teresitas (ya que teníamos coche, había que aprovecharlo, no?). Fuímos a las del norte y a las del sur. ¡Mi mejor conocimiento acerca de las playas creo que fue por esos días de playa con ellos!

Hay miles de recuerdos más, no creía que hubiese vivido tantas cosas al lado suyo. Le hecho muchísimo de menos, deseo que todo esto sea una pesadilla y vuelva a mi vida. Pero no es así. Y aún no entiendo por qué ya no está cerca de nosotros.....maurix, imperceptiblemente has dejado huella en mí. Ojalá que exista el Cielo, ojalá. Si fuese así, seguro que le estás proponiendo a Dios una migración de su sistema informático a Linux, seguro. ¡Ay, como utilice el Word!. Te echan al Infierno por pesado.....todo esto son bromas, una manera como otra cualquiera de aliviar mi dolor e intentar seguir mi vida, aunque ya sin él. Maurix, te quiero.